Rojeces, granos en las mejillas, inflamación, tono desigual… Si en Navidad empiezas a apreciar estas alteraciones en tu piel, tranquila, porque es algo muy común.
En este periodo vacacional, nuestra dieta sufre muchos cambios. Realizamos comidas y cenas copiosas con algo de alcohol y dulces que no solemos tomar con frecuencia, y nuestra piel lo acusa. ¿Quieres saber cómo? Hoy hablamos de como afecta el alcohol y azúcar a tu piel.
Cómo afecta el azúcar en la piel
Azúcares y alimentos con un índice glucémico alto son grandes enemigos de la piel. Y te explico por qué.
Los alimentos con alta concentración de azúcar, como los dulces de Navidad que la mayoría tenemos en nuestra mesa provoca brotes de acné y rojeces.
Al tener una elevada concentración de azúcar en sangre, los niveles de insulina aumentan y se desencadena una respuesta inflamatoria. Esta inflamación junto con el aumento de sebo, crea el ambiente ideal para el crecimiento de la bacteria causante del acné P.acnes.
Además, en este proceso inflamatorio, se liberan enzimas que destruyen las fibras de colágeno y elastina en un proceso oxidativo llamado glicación.
La glicación además agrava el acné y brotes de rosácea ya que afecta al tejido conectivo.
El resultado de un exceso de azúcar de manera continuada, sería una piel flácida, con arrugas marcadas, rojeces, y acné.
Intenta en la medida de lo posible optar por alimentos con índices glucémicos bajos como vegetales, y elegir frutas y cereales intregrales.
Cómo afecta el alcohol en la piel.
El alcohol puede producir cambios en los niveles hormonales.
Cuando bebemos alcohol se genera un desequilibrio en los niveles de estrógenos y testosterona que empeora los brotes de acné. Es interesante saber cómo ocurre.
Unas hormonas no balanceadas, causan una producción anormal de sebo por parte de nuestras glándulas sebáceas. Se produce hiperqueratosis, que es un exceso de proteína queratina.
Una piel muy queratinizada causa el siguiente problema: Las células muertas quedan atrapadas dentro de los poros, bloqueándolos.
Las bacterias en el interior del poro están en un ambiente pobre de oxígeno y lleno de “comida” para ellas, se alimentan de células muertas y el sebo, por lo que rápidamente las bacterias se multiplican.
Nuestro sistema inmune recibe una alerta de que hay una invasión extraña en nuestra piel e inmediatamente se genera una respuesta inflamatoria. En la zona afectada hay una “lucha” , los poros se dilatan, llega más sangre a la zona, y la piel está más roja, inflamada y sensible.
Es muy importante además de seguir una dieta saludable y rica en los alimentos que hemos visto antes, prestar especial atención al cuidado de la piel estos días.
-Desmaquíllate siempre correctamente. Si te acuestas con una piel que no está del todo limpia estarás creando un caldo de cultivo ideal para las bacterias.
-Opta por ingredientes calmantes y antiinflamatorios. Nuestra línea de productos es ideal para lidiar contra el acné adulto, inflamación y rojeces.
-Hidrata la piel. Muchas veces al sentir que tenemos más granos pensamos que no debemos hidratar tanto la piel. Todo lo contrario. Nuestra piel necesita agua y lípidos y si no se los aportamos en el cuidado facial, crearemos un efecto rebote. La piel producirá más aceites provocando el empeoramiento del acné.
Exfolia periódicamente la piel para evitar la acumulación de células muertas.
Ten siempre cerca aceite esencial de árbol de té, y aceite esencial de lavanda, para tratar granitos localizados.
Cuéntame si tu piel sufre estos cambios en Navidad y como tratas de mantenerlos a raya.
Un abrazo.
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