La menopausia empieza oficialmente un año después del último periodo de la mujer. Suele darse entre los 45 y 58 años. Alrededor de los 45 años las mujeres podemos empezar a sentir los primeros síntomas de la premenopausia (alteraciones en el periodo y sofocos) que pueden durar tres o cuatro años hasta que finalmente llegue la menopausia.
Los niveles de estrógenos empiezan a caer drásticamente, mientras que los niveles de andrógenos y testosterona (hormonas masculinas) no cambian. Y es, este nuevo paisaje hormonal, el que causa alteraciones en la piel.
En la piel pueden aparecer brotes de acné y las pieles que suelen estar equilibradas pueden empezar a experimentar sequedad o zonas más grasas. Algunas mujeres también experimentan brotes de rosácea.
En la menopausia todo se acentúa, sin embargo el síntoma más generalizado es la deshidratación. Tenemos receptores de estrógenos en la mayoría de los órganos, incluidos la piel. Los estrógenos son claves para la hidratación corporal, ojos, piel, articulaciones incluso tracto gastrointestinal.
Cuando disminuyen los niveles de estrógenos, se experimenta mucha sequedad. Puedes empezar a notar los ojos secos y hasta estreñimiento. Pero el cambio en la piel es muy profundo.
Empezamos a perder colágeno y elastina con una velocidad mucho mayor y la piel se vuelve más fina.
Los bajos niveles de estrógenos llevan a una menor producción de colágeno por lo que la piel pierde densidad, aumentando la flacidez.
Además con la edad hay una pérdida natural de lípidos y humectantes, que acentúa la deshidratación ocasionada por la disminución de estrógenos.
Algunas mujeres experimentan estos cambios de forma gradual y en otras ocurre de forma repentina.
Otros cambios en la piel durante la menopausia:
-Acné en mejillas y mandíbula
-Flacidez
-Piel más fina
-Formación de arrugas
-Disminución de proteínas de soporte como colágeno y elastina.
-Rojeces asociadas a una mayor vasodilatación.
-Mayor sensibilidad en la piel debido a la pérdida de lípidos, por lo que nuestra barrera protectora es más débil y reaccionamos de forma más abrupta a partículas ambientales o ingredientes cosméticos.
A partir de los 50 años el pH cambia, y empieza a ser más alcalino. Las células no son capaces de defendernos de forma tan eficaz y hay un aumento de sensibilidad, rojeces y dermatitis. Es interesante por este motivo reforzar la barrera de protección con buenos emolientes.
-Puede aumentar el vello facial
-Aparecen manchas e hiperpigmentación.
¿Qué puedes hacer por tu piel?
Ser muy constante con tu rutina facial pero básicamente debes hidratar, reforzar la barrera de hidratación que está más vulnerable y aplicar sobre la piel activos que calmen y potencien la síntesis de colágeno y elastina. Además debe ir acompañado de una dieta y hábitos saludables, como evitar el alcohol, azúcares, protegerse del sol y realizar ejercicio regularmente.
-Aunque tengas acné, no uses productos astringentes, opta por limpiadores en base aceite que van a nutrir la piel y reparar el manto lipídico.
-El protector solar es indispensable.
-Necesitas mucha hidratación facia y corporal, especialmente en las manos, ten siempre cerca una crema de manos o bálsamo.
-Introduce ingredientes como vitamina A y retinoides para estimular la producción de colágeno.
-Aplica productos humectantes como ácido hialurónico y glicerina o emolientes como manteca de karité que es super reparadora y la puedes encontrar en la fórmula de nuestros sérums, crema hidratante y bálsamo limpiador.
– Busca productos calmantes para atenuar rojeces, como extractos de caléndula, manzanilla, aloe vera, avena, o lavanda.
-Exfolia dos veces por semana para eliminar las células muertas. Necesitamos ayuda extra, ya que el ritmo de renovación celular se ve muy disminuido durante la menopausia.
-Regálate un momento de calma y relajación con una buena mascarilla calmante y nutritiva dos veces por semana.
-Practica el masaje facial con tu sérum o aceite por la noche. Puedes usar las manos o bien rodillos o gua sha. Ayuda a combatir la flacidez y estimular la producción de colágeno.
¿Estás experimentando estos cambios u otros que quieras compartir?
Un abrazo,
Elena
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