La capa más externa de la piel conocida como estrato córneo es la primera barrera defensiva de nuestra piel frente a condiciones ambientales como sol, viento, frío, alérgenos y contaminación. Al mismo tiempo mantiene un equilibrio hídrico en nuestra piel impidiendo que perdamos más agua de la que debemos.
Esta barrera cutánea en personas con rosácea se ve alterada a menudo, siendo más susceptibles a la sequedad e infección que pueden provocar un brote.
El aire seco que acompaña al clima invernal causa estragos en pieles con rosácea. Los niveles de humedad caen porque el aire frío no puede mantener tanta humedad como el aire caliente.
Además las calefacciones empeoran las condiciones al crear un ambiente más seco aún.
Estos son algunos consejos que puedes seguir para mantener la salud de tu barrera cutánea y evitar los brotes de rosácea.
1.NUTRE LA PIEL
El uso de emolientes como manteca de karité o ceramidas, crea una película protectora que evita la pérdida de agua transepidérmica. Además consigue atenuar la sensación de ardor, picazón e irritación asociados con la rosácea por sus propiedades calmantes y reparadoras.
2. BEBE MUCHO LÍQUIDO
Por la misma razón de antes, es importante mantener los niveles de humedad en nuestra piel y conseguir que esté menos vulnerable al frío ambiental.
3. USA UN HUMIDIFICADOR EN CASA
Si los niveles de humedad no llegan al 30% debido al uso de calefacciones, puedes plantearte la posibilidad de usar un humidificador.
4. LLEVA BUFANDA
Pero llévala de forma que te cubra hasta la nariz cuando vas por la calle. De esta forma protegerás el rostro del viento y aire frío, que puede alterar tu función barrera.
5. NO OLVIDES EL PROTECTOR SOLAR
La exposición a la luz UV puede dañar la función barrera todo el año. Busca protectores solares con filtros minerales como óxido de zinc y dióxido de titanio y con un SPF mínimo de 30.
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