A estas alturas todas nos hemos dado cuenta de que el uso de la mascarilla necesaria para la protección contra el coronavirus, está causando desequilibrios en nuestra piel. Seguro que ya has oído en multitud de ocasiones el término maskné, que no es más que un acné inducido por el uso continuo de la mascarilla.
Nuestra piel no está acostumbrada a estar cubierta durante largos periodos de tiempo.La fricción continua del tejido da lugar a eccema e irritaciones mientras que el sudor, y las bacterias que se encuentran en un ambiente oclusivo obstruyen los poros conduciendo a granos o puntos negros.
Quizás te haya sorprendido encontrar granitos que nunca has tenido en la zona de la mandíbula o barbilla, incluso mejillas.
¿Qué podemos hacer para intentar controlar estas afecciones?
Mientras que las pieles sensibles sufren más el eccema y las rojeces, las pieles mixtas o grasas son más proclives a tener acné.
Pero hay pautas a seguir comunes para estos dos casos.
La limpieza facial es clave
No esperes a que llegue la noche para limpiar la piel. Del mismo modo que llegas a casa y te lavas las manos, hazlo también con tu piel.
Practica la doble limpieza, primero con un limpiador en base aceite y luego con una textura más ligera. Puedes usar nuestro Soothing Cleansing Balm para el primer paso con nuestra toallita de algodón orgánico.
La exfoliación es necesaria
Se produce una mayor acumulación de suciedad, toxinas y células muertas por lo que es necesario una pequeña ayuda para regenerar la piel. Para ello, basta una exfoliación suave, con alguna arcilla finita, o café molido mezclado con tu aceite favorito.
Hidratación
Una piel hidratada es la mejor protección frente a la proliferación de bacterias indeseadas en nuestra piel como la causante del acné.
Si nuestro manto lipídico está fortalecido, podremos mantener a raya el acné de formas más efectiva. Usa productos emolientes ricos en aceites y también humectantes antes de salir de casa. Nuestra Comforting & Soothing Cream Mimosa & Lavender es ideal por su textura ligera y rica en ácido hialurónico e ingredientes calmantes y reparadores.
Tips particulares para cada tipo de piel:
Si tu piel es grasa, usa mascarillas purificantes de arcilla que controlen el exceso de grasa.Y se concienzuda con la limpieza facial mañana y noche.
Un aceite aliado para este tipo de piel es el aceite de árbol de té, para aplicar en el granito inoportuno por las noches.
Si tu piel es mixta, notarás más grasa y poros dilatados.
Simplifica tu rutina de belleza con ingredientes suaves y no uses más de uno o dos productos después de la limpieza facial.
¿Tu piel es sensible y tienes rojeces en mejillas? Opta por ingredientes calmantes y antiinflamatorios en tu rutina de belleza como artemisa, caléndula, manzanilla y lavanda.
Si tu piel es seca, nada mejor que abusar de los aceites vegetales que restauran nuestro manto lipídico.Aplica un aceite vegetal o tu sérum con base aceite por las noches mientras realizas un buen masaje facial.
Presta atención a la higiene de tu mascarilla , mantenla limpia si es reutilizable y elige un tejido adecuado si tienes la piel sensible.
En Jane Apothecary teníamos una sorpresa, y es que hemos confeccionado una edición limitada de mascarillas de algodón orgánico GOTS. Espero que te gusten, puedes ver su descripción y uso aquí: Mascarilla de algodón orgánico Jane Apothecary
Un abrazo,
Elena
Deja una respuesta