El acné hormonal no ocurre únicamente cuando tienes 20 años.
Mi gran brote de acné fue con 17 años, con las pertinentes visitas al dermatólogo que me prescribió un tratamiento con isotretinoína.
Tras una década en calma y cerca de los 30 tuve otro gran brote de acné y rosácea, y tras otras visitas al dermatólogo, antibióticos y tratamientos varios el brote desapareció pero mi piel estaba avejentada y deshidratada. Fue un punto de inflexión en mi pasión por los productos de belleza que me hizo empezar a explorar la cosmética natural y formarme en dermocosmética.
Llegaron los 40 y cuando pensaba que todo estaba controlado y tranquilo, el acné hormonal se acentuó. El brote puede aparecer justo al empezar el periodo, cuando lo estás terminando o cuando estás en fase de premenopausia.
Justo al comenzar el ciclo menstrual, nuestro cuerpo empieza a producir más progesterona, responsable de la retención de agua e hinchazón.
Como consecuencia de esto, la piel está más inflamada, y también el revestimiento de los poros, dejando menos espacio para que salga el sebo. A esto hay que añadir, el efecto de un aumento de testosterona que provoca que cambie la composición del sebo, volviéndose más espeso.
Un sebo más espeso que tiene que atravesar un poro más estrecho para salir a la superficie, crea las condiciones ideales para provocar un brote de acné.
¿Qué puedes hacer para minimizar estos brotes de acné hormonal?
1. Durante una semana previa al periodo evita el consumo de lácteos y harinas refinadas.
2. Evita inflamar la piel los días previos. No uses exfoliantes agresivos ni cepillos faciales.
3. Hidrata correctamente la piel. No prescindas nunca de la hidratante.
Es bastante común al notar la piel con brillos antes del periodo, pensar que es mejor abandonar la hidratación unos días. Sin embargo, la hidratación es clave para regular la composición del sebo de la piel, hacerlo más fluido y que pueda salir a la superficie de la piel evitando así el bloqueo de los poros.
Igualmente si quieres lidiar contras las imperfecciones no apliques productos astringentes y que sequen en exceso en toda la superficie del rostro, y enfócate en tratar únicamente esos granitos o zona concreta. A mi me gusta mucho usar aceite de árbol de té, súper eficaz como antiséptico y para acortar la vida de la inflamación o grano. Una gota antes de acostarte sobre el granito es suficiente.
4. Puedes incorporar productos que contengan ácido salicílico, un betahidroxiácido muy bien tolerado por la piel y que previene los brotes, ya que tiene propiedades antimicrobianas y mantiene el poro limpio.
5. Utiliza productos con propiedades antiinflamatorias. Nuestro sérum Hydrating & Soothing Serum contiene caléndula, manzanilla y extracto de raíz de regaliz, muy beneficioso para tratar el acné.
6. Evita tocarte la cara continuamente.
Debemos evitar la transferencia de las bacterias de nuestras manos al rostro. Gestos tan insignificantes como apoyar la cara en la mano mientras estás frente al ordenador pueden provocar granos. También es importante que mantengas tu teléfono móvil perfectamente limpio ya que puede ocasionar brotes en mandíbula y barbilla, zonas especialmente problemáticas durante el periodo.
¿Por qué los granitos siempre aparecen en el mismo sitio?
Esto es algo que nos preguntamos mucho. Aparecen cada mes en un sitio específico.
Aunque el grano se haya curado y la infección haya desaparecido, puede quedar un pequeño residuo en el interior del poro.
Esto crea un bloqueo del poro que puede reinfectarse. Por eso es muy importante ser muy metódico con la limpieza facial a diario.
En definitiva, cuidar nuestra alimentación,especialmente los días previos, llevar una higiene correcta con productos suaves, y no dejar de hidratar para hacer el sebo más fluido y evitar la formación del grano, son algunos de los puntos a tener en cuenta.
Un abrazo,
Elen
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