Hay muchos factores que influyen en la aparición de rojeces en la piel. Desde el estilo de vida, los productos cosméticos que utilizas o el estado de tu salud.
Factores como rosácea, genéticos como piel seca, factores inmunológicos, calor, exposición solar, acné, tomar comida picante, alergia a algún producto, el alcohol o exfoliar demasiado la piel contribuyen a la aparición de rojeces.
Evita en tu piel ingredientes irritantes como alcohol, sulfatos, ftalatos, fragancias artificiales que irritan y resecan la piel especialmante la piel más sensible. Incorpora en tu rutina ingredientes calmantes como alantoína, manzanilla, raíz de regaliz, aloe vera, té verde, ácido azelaico, avena o niacinamida.
Busca ingredientes que hidraten y refuercen la barrera lipídica formando una película de protección frente a los estresores ambientales. Algunos de ellos pueden ser mantecas, aceites vegetales, ceramidas y ácido hialurónico.
Aplica los productos de forma suave y respetuosa con tu piel. El modo en el que aplicas un producto es casi tan importante como el producto en sí. Evita arrastrar y friccionar para evitar la aparición de rojeces en la piel. Evita el uso de discos desmaquillantes y muselinas de materiales no adecuados y opta por el algodón orgánico.
Aplica protección solar con filtros minerales. No solo para neutralizar las rojeces si no para evitar el enrojecimiento que suele ocurrir cuando tomas el sol.Uno de los más recomendados son aquellos que contienen óxido de zinc. El zinc además de bloquear la radiación UV tiene un efecto protector en la piel. Por eso es muy habitual este ingrediente en cremas de bebés para tratar la dermatitis.
Si crees que las rojeces de tu piel se deben a alergia a algún producto o debido a haber exfoliado demasiado la piel, es el momento de simplificar la rutina. Aplica sólo aquellos productos que sean esenciales durante dos semanas y una vez que tu piel se haya calmado vuelve a incorporar uno a uno. Así podrás identificar qué producto es el que está causando reacción en tu piel.
Sigue una dieta antiinflamatoria, rica en verduras de hoja verde, pescados, cereales y frutas de bajo índice glucémico. Incluye alimentos pre y probióticos en tu alimentación. Dado los estudios que apuntan a una relación de la rosácea con el sistema inmunitario, los probióticos son clave para reforzar el sistema inmunitario. Si te interesa este tema puedes leer este artículo de la nutricionista Marta Marcé aquí.
Evita ejercicio intenso y duchas con agua muy caliente que pueden deshidratar tu piel y afectar a la función barrera. Si tienes un brote evita activos como retinoides o alfahidroxiácidos.
Te propongo una rutina adecuada para pieles con rojeces.
Limpia la piel de forma suave y con fórmulas que tengan un pH adecuado para la piel. Aclara con agua fría en lugar de templada o caliente. Te recomiendo Soothing Cleansing Balm
Aplica un tónico calmante libre de alcohol. Brightening Soothing Essence es ideal para calmar y refrescar las pieles enrojecidas.
Hidrata cada mañana con cremas hidratantes ricas en ingredientes calmantes como aloe vera y ácido hialurónico. Descubre Comforting & Soothing Cream, nuestra crema concentrada en ingredientes reparadores y antiinflamatorios.
Por la noche aporta a la piel aceites y mantecas reparadoras con Hydrating & Soothing Serum.
Se constante y mima tu piel, espero que notes los resultados.
Un abrazo,
Elena