En los últimos años se habla mucho de la importancia de mantener una barrera cutánea sana, de hecho es un tema que tratamos a menudo por aquí, y uno de las finalidades de nuestras formulaciones.
Pero muchas veces tenemos dudas acerca de cuáles son los ingredientes que necesitamos para lograrlo.
También no saber exactamente cual es la función de esta capa protectora puede dificultar la elección de los productos adecuados.
Conocer la barrera cutánea.
La barrera cutánea, es la capa más externa de la piel, está compuesta por lípidos y consigue mantener la humedad dentro de la piel mientras que las partículas contaminantes y agresores externos no pueden penetrar en su interior, una barrera defensiva que por decirlo de un modo sencillo mantiene lo bueno dentro de la piel y lo malo fuera.
Cuando la barrera cutánea está sana e intacta, la piel está suave y tersa pero cuando se daña debido a una exfoliación excesiva o productos agresivos, aparecen pequeñas grietas invisibles. Esto permite que la humedad se pierda y que entren agentes infecciosos, volviendo nuestra piel más vulnerable y sensible.
La piel ha perdido su protección y la manera de restablecerla es aplicando productos que reparen esta barrera protectora.
Son muchos los ingredientes beneficiosos para conseguirlo, entre ellos los llamados ingredientes oclusivos.
Hay cierta tendencia a pensar que estos ingredientes, como las ceramidas, la manteca de karité, o aceite de jojoba, son ingredientes que van a obstruir los poros y crear granitos. Pero la realidad es que no es así, si los usas adecuadamente.
Los ingredientes oclusivos crean una fina película sobre la piel que ayuda a prevenir la pérdida de agua y a mantener la humedad dentro de la piel, fortaleciéndola, y evitando así que entren partículas contaminantes o bacterias.
Ingredientes oclusivos que mejoran la función barrera.
Ceramidas
Escualeno
Manteca de karité
Aceite de girasol
Aceite de jojoba
Aceite de sésamo
Aceite de soja
Aceite de almendras dulces.
Puedes incluir estos ingredientes en sérums y cremas hidratantes, empezando por la noche si no estás acostumbrada a su uso.
También puedes incluirlos en el producto que uses para la limpieza facial, así además garantizas que la limpieza es respetuosa con tu piel y que no estás limpiando con productos agresivos.
Si empiezas a incluir este tipo de ingrediente en tu rutina diaria, notarás que tu piel permanece hidratada más tiempo, y que está más jugosa y equilibrada.
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