La piel seca es un tipo de piel que se caracteriza por su aspereza, líneas de expresión marcadas y aspecto apagado. Se debe a que la capa más externa de la piel, el estrato córneo, no es capaz de sellar la hidratación, por lo que la función barrera se ve afectada.
En este tipo de pieles hay una reducción general de lípidos y el ratio de ceramidas, colesterol y ácidos grasos se ve alterado. Como consecuencia, a la piel le cuesta mucho mantener el agua en las capas más profundas, provocando deshidratación.
Tres consejos para poner en práctica ya:
Aliviar la inflamación
Una piel seca es una piel inflamada. Puede que a simple vista no lo veas, pero bajo el microscopio, hay señales moleculares de inflamación, que pueden dar lugar a manchas rojas en la piel. Este tipo de piel no sólo tiene dificultad para mantener la hidratación dentro de la piel sino que al tener la función barrera debilitada, no puede prevenir la entrada de bacterias o partículas contaminantes.
Es importante aplicar productos calmantes, emolientes y muy nutritivos, como aloe vera, glicerina y aceites vegetales como jojoba.
Opta por el layering en tu rutina de belleza
Por ejemplo, después de la limpieza facial usa un sérum o esencia ricas en hidrolatos y ácido hialurónico, de texturas ligeras y acuosas.
A continuación aplica una crema más rica y densa con ingredientes más emolientes y termina sellando esa hidratación con un aceite facial o sérum con alto contenido en aceites vegetales.
En este orden, conseguirás una hidratación mucho más eficiente y duradera.
Cuida el microbioma de tu piel
Cuando la piel es seca y no se trata bien, el microbioma de la piel se ve alterado. Se pierde el equilibrio y por lo tanto dejan de crecer bacterias beneficiosas para la salud de nuestra piel. Si tienes la piel seca es fundamental nutrir y alimentar ese microbioma.
Evita ingredientes y productos irritantes como tónicos con base alcohólica y opta por ingredientes como manteca de karité y aceites vegetales.
Lo que la alimentación puede hacer por tu piel:
Debes beber abundante agua pero es fundamental que en tu dieta haya grasas saludables ricas en ácidos grasos omega 3. Su papel es muy importante para mantener el nivel de lípidos en la piel, ya que este manto lipídico es el responsable de evitar la pérdida de agua.
Aceite de oliva virgen extra
Salmón
Semillas de chía
Almendras, nueces y pistachos
Últimos consejos
Duerme con un humidificador por la noche.
Bebe agua abundante y evita la cafeína, a partir del mediodía.
Hidrata siempre después de la limpieza facial.
Evita duchas con agua muy caliente y accesorios exfoliantes como lufa que pueden alterar el equilibrio del manto lipídico.
Evita jabones con sulfatos.
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